Las intenciones que no van seguidas de hechos, no valen nada.
Empieza poco a poco, por algo pequeño, por una sesión a la semana 🙂 pero EMPIEZA! El primer acto va a marcar el principio de muchos y aunque a veces es el que mas cuesta es el mas importante! Vale más la constancia de una gota que la fuerza de una ola.
Debemos marcarnos objetivos, aspirar a una meta y tener ilusión por ellas, pero a veces olvidamos la grandeza de los actos más pequeños y sobrevaloramos las palabras que nos transmiten intenciones grandes.
Recuerda que no es lo mismo pensar que actuar, ni hablar que hacer.
¡Haz tus propósitos realidad!