A lo largo del día, se nos presentan miles de situaciones que requieren de esta virtud. Lo mejor es que demos un paso atrás o respiremos profundamente antes de reaccionar, aunque esto también requiere de aprendizaje. Sé consciente de ello y aprende a reconocer estos momentos para que tus reacciones vayan reflejando cada vez más esa tolerancia que queremos trabajar. Al final,los cambios que queremos ver a nuestro alrededor, deben siempre empezar por nosotros mismos.
En el trabajo, con tu familia, con tus amigos, con tus compañeras en el Studio, en todo momento se hace necesaria esta cualidad. Nos puede ayudar, el darle la vuelta a la situación en la cabeza y pensar: no sé por lo que puede estar pasando esta persona hoy, todos podemos tener un mal día o desde nuestro punto de vista pensar, que debemos elegir nuestras batallas, aquéllas que de verdad merecen ser luchadas.
A veces, tener paz, es mejor que tener razón.