Ya estás aquí, en el Studio y ya no hay marcha atrás, así que ¡haz que cuente! Da siempre lo mejor de tí misma sin dejar de escuchar a tu cuerpo. Siempre puedes modificar ejercicios y regular la intensidad de otros (no siempre nos encontramos igual), pero sigue adelante y ¡acaba la clase con orgullo! Y cada vez que entres y comience la sesión, repítete a ti misma: I´m here to be awesome!