Lo sabemos, suena un poco extraño, pero funciona. Esto es como eso que dicen de las sonrisas, que sólo con el hecho de realizar el gesto de sonreír, toda la energía cambia tanto en tu interior como en el exterior y todo ello se transmite.
Muchas veces y por mil millones de razones que nos nublan el día, nos olvidamos de lo que valemos y de lo que somos capaces de hacer. Y nos dejamos arrastrar por esos sentimientos de frustración, de enfado o simplemente de lo que nos genera tener un mal día y entramos en una especie de bucle. Es entonces cuando nos damos cuenta de la importancia de estas afirmaciones que tienen gran poder aunque en un principio nos sintamos hasta ridículas repitiéndolas.
Recuerda que lo que piensas de tí misma es lo que los demás perciben y de ello depende la energía que transmites. Así que en todos esos días malos, elige pensar en aquellos que tienes buenos, en los momentos de frustración, elige pensar en todas aquellas metas que sí has alcanzado y durante esos enfados, recuerda los días en los que no paras de reír de lo feliz que te sientes. Y todo esto, puedes resumirlo haciendo este ejercicio diario.
Repítete a ti misma: Soy Increíble, soy increíble, soy increíble y todo se transformará como por arte de magia.